Prácticamente desde el inicio de este siglo, el establecimiento de una red representativa de áreas marinas protegidas (AMP) cobró impulso a nivel mundial. En este contexto, la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) asumió el compromiso de alcanzar ese objetivo en el océano Austral, posicionándose como líder en la comunidad internacional.
En 2009, 2011 y 2016, la CCRVMA alcanzó hitos con el establecimiento de dos AMP y el desarrollo de un marco general, respectivamente. Desde entonces, han surgido posturas opuestas que aún prevalecen en torno a asuntos tales como la definición de AMP, el equilibrio entre los datos científicos y el enfoque precautorio, la formulación de Planes de Investigación y Seguimiento (PISEG) y los procedimientos estandarizados para el desarrollo y la aprobación de propuestas de AMP. El hecho de que aún no se hayan adoptado PISEG para las dos AMP establecidas y que no se haya llegado a un acuerdo en cuanto a los procedimientos de diseño de propuestas de AMP han impedido que la CCRVMA avance enérgicamente en esta dirección y reafirman las preocupaciones reiteradas una y otra vez por los Miembros.
Con ocasión del cuadragésimo aniversario de la CCRVMA, es menester volver a considerar la designación de AMP en el océano Austral, con vistas a arribar a una visión compartida. Dado que la MC 91-04 se desarrolló, entre otras cosas, para dar cumplimiento a tres elementos, a saber, los compromisos políticos, el artículo IX.2 (f) y (g) de la Convención sobre la Conservación de los recursos vivos marinos antárticos (la Convención), y el enfoque basado en el ecosistema, este documento analiza cada uno de estos elementos por separado.